El martes 31 de Mayo de 2022 estuvimos presentes en la convivencia anual del Colegio Rural Agrupado Entretierras, que reúne a tres sedes del campo de Torre Pacheco: El Jimenado, Meroños y Los Olmos. Tuvimos esa gran suerte. Me acompañó este día mi compañera musicoterapeuta Sofía Cortijos. Tanto Sofía como yo trabajamos activamente en el campo de la musicoterapia y habíamos participado hace algunos meses en el curso de formación de Facilitadores de Círculos de Percusión del gran especialista Pau Gimeno.
Aunque la percusión es algo que los musicoterapeutas utilizamos todos los días, la formación como facilitadores de círculos de percusión nos ha permitido utilizarla en gran grupo y comprobar los muchos beneficios que tiene: facilita la escucha, favorece la comunicación efectiva y afectiva, reduce los niveles de estrés, genera energía, positividad y unión, enriquece el sentimiento de cohesión, potencia la cooperación y el respeto, permite conectar consigo mismo/a y los/as demás y conecta a la persona al momento presente.
Fue una jornada muy especial e intensa que comenzó a las 9 de la mañana, preparando sonido porque teníamos por delante el reto de realizar tres sesiones con algo más de 90 niños en cada una de ellas ( o sea, cerca de 300 niños). Terminamos un poco después de las 13 horas. Y este es el resumen de lo que realizamos:
Se trataba de hacer, con la técnica del círculo de percusión, un taller en el que los críos utilizaran botellas de plástico de 2 litros como el instrumento de percusión. Lo cual nos llevó a plantear un círculo de percusión centrado en la intensidad, la velocidad, la coordinación, el silencio, la graduación del sonido…Las botellas de plástico eran un elemento simbólico muy importante porque, además de para el círculo de percusión, iban a servir para terminar haciendo un pequeño acto simbólico que hablara del cuidado de la Tierra y de toda su comunidad de vida.
Todos los alumnos vinieron con sus dos botellas grandes de agua dispuestos a hacerlas sonar y bien que lo hicieron. Con gran entusiasmo lo hicieron y un nivel de atención y participación muy alto, a pesar del gran número de alumnos por grupo.
Una experiencia festiva y comunitaria en la que participaron primeramente los alumnos de la primera etapa de primaria (1º, 2º y 3º) y que lo hicieron con gozo porque era, además la primera convivencia que hacían después de dos años de restricciones por la pandemia. Así que el entusiasmo era manifiesto.
Después del almuerzo nos reunimos con las niñas y niños de infantil (3, 4 y 5 años) en el porche, resguardándonos del sol que calentaba muchísimo. Se entregaron en cuerpo y alma a la tarea de hacer sonar esos improvisados instrumentos de percusión en favor de la Tierra.
Por último fue la segunda etapa de primaria (4º, 5º y 6º) los que participaron en el taller. Y vaya sí participaron. El volumen al percutir las botellas subió varios puntos. Con ellos pudimos realizar muchos más momentos de improvisación y de creación, incluso, de alguna canción.
El esquema, con los tres grupos, era el mismo: un momento inicial de improvisación, calentamiento y familiarización con algunas pautas que les propusimos para el funcionamiento colectivo y que nos ayudarían a improvisar. Un segundo momento donde el grupo acompañaba con su percusión una narración. Con los de infantil utilizamos un cuento que escribí hace algún tiempo y que se titula LOS TRES POLLITOS Y LOS CINCO ANIMALES. Con los grupos de primaria la narración fue LOS TRES GIGANTES, una adaptación que he realizado de un cuento de Patricia Morales, con el mismo título. Para terminar, otro momento de improvisación en círculo, intentando imitar un castillo de fuegos artificiales y que terminábamos depositando todas las botellas utilizadas en el contenedor amarillo del plástico, como un sencillo símbolo de nuestro compromiso con el cuidado de la Tierra.
Por supuesto, LA CARTA DE LA TIERRA, se hizo muy presente durante los talleres. Dar a conocer su contenido y su propuesta ética para el rescate de nuestra casa común era muy importante.
También nos comprometimos a seguir formando parte de LA LIGA DE LA GENTE EXTRAORDINARIA, la propuesta educativa y lúdica que hemos creado a partir de este texto tan importante y tan poco conocido. Este taller y un Street Escape, del que podéis saber aquí, forman parte de la propuesta que hacemos a los centros educativos, a las AAVV y a cualquier grupo que quiera profundizar en ello. Es nuestro compromiso.
Al final, podemos resumir esta experiencia vivencial subrayando que contiene implícitos valores de escucha y comunicación, de empatía, diversión y diversidad, entre otros. Y, de una forma específica, nos introduce en el objetivo último de esta propuesta y de todo el trabajo de LA TAPIA en estos momentos: LA ESCUELA DE CUIDADANÍA. Una escuela que nos ayuda a entender que hemos de dar el paso de ser ciudadanas y ciudadanos a ser CUIDADANAS y CUIDADANOS. Y todo de una forma lúdica, con alegría, con mucha alegría.
Al terminar, muchos niños se acercaron a nosotros a abrazarnos. Esa fue una potente confirmación de que habíamos conseguido nuestros objetivos.
Y, por supuesto, agradecer al grupo de profesoras y profesores, que hacen un trabajo excelente en este CRA ENTRETIERRAS, el habernos invitado a compartir su comida y un rato distendido de convivencia al finalizar los talleres. Nos sentimos muy honrados de haber formado parte de esta convivencia.
Un besico.